martes, 16 de septiembre de 2014

Entrenando el lenguaje asertivo

Ya sabemos lo que es la asertividad ¿no?. Si no lo sabemos... indaguemos sobre ello. En este pequeño artículo vamos a centrarnos en los pasos a seguir para "entrenarnos en la comunicación asertiva":
1º).- Describir los hechos concretos. Se trata de poner una base firme a la negociación, en la que no pueda haber discusión. Cuando describimos hechos que han ocurrido el otro no puede negarlos y así podemos partir de ellos para discutir y hacer los planteamientos precisos. En este punto es donde más tenemos que evitar hacer los juicios de intenciones. No se trata de decir “eres un vago” sino decir, “vengo observando que te levantas desde hace ya varias semanas a la hora de comer”. Diremos: me has dicho 10 veces “no sirves para nada” en lugar de “me quieres denigrar y hundir” (juicio de intenciones).
2º).- Manifestar nuestros sentimientos y pensamientos. Es decir comunicar de forma contundente y clara como nos hace sentir aquello que ha ocurrido y que juicio moral o de pensamiento nos despierta. Es el momento de decir “estoy hasta las narices de esta situación y no la soporto más”, o “me he sentido humillado y denigrado”. Hay que recordar que no se trata de que el otro lo encuentre justificado o no. Le puede parecer desproporcionado, o injusto, o... pero es lo que nosotros sentimos y tenemos derecho a hacerlo así, no aceptaremos ninguna descalificación, defenderemos nuestro derecho a sentirnos tal y como le decimos. Le estamos informando, no le pedimos que nos entienda o nos comprenda, por eso no puede descalificarnos ni aceptaremos críticas a nuestros sentimientos, emplearemos la técnica del banco de niebla combinado con el disco rayado.
3º).- Pedir de forma concreta y operativa lo que queremos que haga. No se trata de hablar de forma general o genérica, “quiero que seas más educado”, “quiero que me respetes” “quiero que no seas vago”; sino que hay que ser concreto y operativo: “quiero que quites los pies de mi mesa”, “quiero que cuando hablo me mires a los ojos y contestes a lo que te pregunto”, “quiero que estudies tres horas diarias”. Son conductas concretas que el otro puede entender y hacer.
4º).- Especificar las consecuencias. Es decir, aquello que va a ocurrir cuando haga lo que se le ha pedido. Se le podría plantear también las consecuencias que tendrá para él no hacerlo, pero es preferible especificar lo que va a obtener de forma positiva. De otra manera lo que planteamos es un castigo y los castigos son mucho menos efectivos que los premios o refuerzos. Muchas veces se trata solamente de una forma de presentación, hay que tener en cuenta que frecuentemente algo que puede ser planteado como un castigo, si no lo hace, se puede ver  como algo positivo si lo hace. “Si no lo haces tendrás un castigo” se puede convertir en “Si lo haces evitarás que haga lo que no quiero hacer que es lo que supone un castigo para ti, que es algo que, por supuesto, yo tengo que hacer para ser consecuente con mis objetivos y los sentimientos que ya he expresado”.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • Siempre y en todo caso ¿qué es lo esencial en toda comunicación?. ¿Sería honesta una comunicación en la que "decimos lo que no pensamos o contradecimos esos pensamientos con palabras opuestas"?. ¿Qué nos parece que trata de hacernos entender este artículo?.
  • ¿Para qué nos sirve o puede servir "entrenarnos" en la "comunicación asertiva"?.
  • ¿Sueles seguir este orden en tu comunicación, especialmente en situaciones de conflicto?. ¿Qué efectos observas que se producen en ti y en tus interlocutores?.
  • ¿Cómo harás hoy para mejorar tu comunicación y hacerla más asertiva que ayer?. Proponte algo concreto que te ayude a conseguir ese propósito.

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