domingo, 16 de febrero de 2014

Ladrillazo

Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar S Type 2006, sin ningún tipo de precaución.
De repente, sintió un estruendoso golpe en la puerta, se detuvo y, al bajarse, vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso auto.
Se subió nuevamente, pero esta vez lleno de enojo, dio un brusco giro de 180 grados, y regresó a toda velocidad al lugar donde vio salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucia su exótico auto.
Salió del auto de un brinco, y agarró por los brazos a un chiquillo, y empujándolo hacia el auto estacionado le gritó a toda voz:
- "¿Qué rayos fue eso?. ¿Quién eres tú?. ¿Qué crees que haces con mi auto?".
Enfurecido, casi botando humo, continúo gritándole al chiquillo:
- "¡Es un auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte muy caro!. ¿Por qué hiciste eso?"
- "Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento mucho!. No sé qué hacer", suplicó el chiquillo. "Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía..."  Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia alrededor del auto estacionado.
Es mi hermano, le dijo.
- "Se descarriló su silla de ruedas y se cayó al suelo... y no puedo levantarlo". Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo:
- "¿Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su silla?. Está golpeado, y pesa mucho para mi sólito... Soy muy pequeño."
Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó grueso el nudo que se le formó en su garganta.
Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo, lo sentó nuevamente en su silla, y sacó su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y el sucio de sobre las heridas del hermano de aquel chiquillo tan especial.
Luego de verificar que se encontraba bien, miró al chiquillo, y éste le dio las gracias con una sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie...
- "DIOS lo bendiga, señor... y ¡muchas gracias!", le dijo.
El hombre vio como se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita.
El ejecutivo aún no ha reparado la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo, para recordarle el no ir por la vida tan distraído y tan deprisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué hubiera sucedido si no hubiera habido "ladrillazo"?. ¿Dónde puso su atención inicial el conductor del jaguar?, ¿qué fue necesario para que pusiera la atención en lo realmente importante?.
  • ¿Nos pasa como al señor del lujoso coche que vamos por la vida sin fijarnos en las situaciones que vive el resto de la humanidad?, pon algún ejemplo de ello. ¿Necesitamos también nosotros un "ladrillazo"?.
  • ¿Qué sería necesario para que no hiciera falta ni ese ladrillazo, ni nada especial, para ser más sensibles a nuestro entorno y seamos con él más solidarios?.
  • Proponte un compromiso concreto, que puedas evaluar, que te ayude hoy a crecer en sensibilidad a las personas, a tu entorno, y ello te lleve a ser una persona más solidaria.

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