domingo, 2 de junio de 2013

Verdad con amor

La verdad tiene un precio. Muchos no están dispuestos a pagar ese precio y optan por seguir los caminos de la mentira, de las medias verdades, o como quiera llamarse aquello que no es cristalino y transparente. 
La mayor parte de las veces, la verdad envuelve dolor. Tal vez sea ése el precio más alto que cobra, y como el ser humano detesta el dolor, es lógico que escoja otro camino, cuyo fin es la muerte. 
Es extraño que la senda del dolor conduzca a la vida, pero desde la entrada del pecado, la solución para el problema de la muerte estaba en el dolor. Un corderito murió en silencio en e! jardín del Edén y su sangre mojó el camino de la historia hasta llegar a la cruz del Calvario donde Jesús mismo, el verdadero Cordero de Dios, sufrió el dolor mayor al entregar su vida en favor de la raza humana. Ese acto nos libró de la muerte. ¿Por qué será que los hombres, queriendo huir del dolor que la verdad incluye, caen en la mentira que es el camino de la muerte?.
A lo largo de mi vida he visto historias tristes. Vidas destruidas, hogares deshechos, relaciones arruinadas por falta de la verdad. Los argumentos para explicar una mentira son muchos y muy variados. "No quería que sufrieras", "Decidí ahorrarte el dolor", "No tuve el valor", "Creí que nunca lo descubrirías". 
Salomón fue un hombre que, además de ser inspirado por Dios, aprendió mucho con los golpes de la vida. Por eso, habla con convicción: "Mi boca hablará verdad". Ninguna mentira tiene justificación. 
La palabra "proclamar" en hebreo se atribuía a los heraldos que anunciaban buenas nuevas cuando el ejército regresaba de la guerra, a pesar del resultado. Buenas nuevas no son apenas las noticias agradables, son a veces realidades dolorosas, pero sólo a partir de la realidad tú puedes arreglar el presente y encarar el futuro. 
Haz de tus palabras, palabras de verdad. No te escondas, no huyas, no te "laves las manos", no lo dejes para mañana. Pídele a Dios que ponga amor en tus labios. Muestra misericordia cuando expreses la verdad, pero no la escondas por causa del dolor que puede provocar. Acuérdate del consejo de Salomón y di como él: "Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios".

CUESTIONES PARA LA  REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué razones da el autor de este texto para justificar su apuesta tan decidida por la verdad y evitar toda mentira?.
  • ¿Hallas otros motivos para procurar siempre la verdad, el ser sinceros unos con otros siempre?. ¿A qué nos llevan las mentiras, aunque sean de "poca" importancia?.
  • ¿Te consideras una persona honesta, sincera?. ¿Has experimentado el dolor del cual habla este texto cuando tratamos de ir siempre con la verdad por delante?. Aún así, ¿cuáles tu decisión al respecto?.
  • ¿A qué te comprometes hoy para ser más sincera con los demás, tratando al mismo tiempo de ejercer esa honestidad con amor a las personas?.

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