jueves, 4 de abril de 2013

El árbol de las manzanas

Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.
Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.  
Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste:
- '¿Vienes a jugar conmigo?' pero el muchacho contestó:
'Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos'.
'Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Te sugiero que tomes  todas mis manzanas y las vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes'.
El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz... Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.
Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó:
- '¿Vienes a jugar conmigo?'.
- 'No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?'.
- 'Lo siento, pero no tengo una casa, pero... tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa'.
El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente  al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.
Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba  encantado.
- '¿Vienes a jugar conmigo? le preguntó el árbol. El hombre contestó:
- 'Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?'.
El árbol contestó:
- 'Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz'. El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.
Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo:
- 'Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte ni siquiera manzanas'.
El hombre replicó:
- 'No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar... porque ahora ya estoy viejo'.
Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo:
- 'Realmente no puedo darte nada.... la única cosa que me queda son mis raíces muertas'.
Y el hombre contestó:
- 'Yo no necesito mucho ahora, sólo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años'.
- 'Bueno, las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar.
Ven siéntate conmigo y descansa'.
El hombre se sentó junto al árbol y éste feliz y contento sonrió con lágrimas.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué actitudes observas en los dos personajes de esta historia?, ¿en qué se asemejan y en qué se diferencian?. ¿A quiénes representan uno y otro?.
  • ¿Qué valores reconoces en tus padres?, ¿qué han hecho por y para ti?. ¿Y en ti misma?, ¿qué has hecho por y para ellos?.
  • ¿Qué es ser "familia" para ti?. ¿Cómo lo estás siendo con tus hijos?. ¿Te gustaría serlo mejor: con tus hijos, con tus padres y hermanos?, ¿cómo podría hacerse esa mejoría?.
  • ¿Cuál podría  ser tu compromiso hoy para demostrar lo que significa "ser familia": con tus hijos y con el resto de tu familia?.

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