jueves, 9 de agosto de 2012

Ser como el televisor


Un niño meditando en su oración, concluyó:
Señor, esta noche te pido algo especial…: Convertirme en un televisor, quisiera ocupar su lugar. Quisiera vivir lo que vive la tele de mi casa. Es decir, tener un cuarto especial para mí y reunir a todos los miembros de mi familia a mi alrededor.
Ser tomado en serio cuando hablo.
Convertirme en el centro de atención al que todos quieran escuchar sin interrumpir ni cuestionarle. Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele cuando algo no funciona... 
Y tener la compañía de mi papá cuando llega a casa, aunque esté cansado del trabajo. Y que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida, en lugar de ignorarme. Y que mis hermanos se peleen por estar conmigo...
Y que pueda divertirlos a todos, aunque a veces no les diga nada. Quisiera vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado.
Señor no te pido mucho. Sólo vivir lo que vive cualquier televisor...”. 

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Por qué motivos un niño podría desear semejante cosa?. ¿Sucede realmente que prestamos más atención en cantidad y calidad a las cosas que a las personas?.
  • ¿Alguna vez nuestros hijos nos han hecho observaciones similares a lo que esta plegaria expresa?. ¿Qué sucedió después?, ¿cómo le pusimos remedio?.
  • ¿Qué consecuencias puede traer el que no prestemos la debida atención a los hijos o antepongamos el ordenador, la televisión, el móvil u otros aparatos a las atenciones que nuestros hijos demandan?.
  • ¿En qué vas a cambiar hoy para demostrar que entendiste esta "oración" que hemos comentado?, ¿cómo lo vas a hacer?.

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